El narrador insurrecto

-¿Aún mientes?- reitere, pero su rostro continuaba inescrupuloso antes mis acusaciones. Su mirada severa me golpea una y otra vez, insistiendo que la falacia caía de mi boca-¿Por qué?- aunque resultaba infructuosa aquella apelación, ella permanecía en aquella impenetrable posición.

La impotencia me llevo a reaccionar como un vil humano, así que la agité con fuerza, mientras mi llanto de rabia explotaba, hasta que dije:

-YA BASTA!!!- tomo aire y me separo del protagonista con su próximo discurso- yo no te mentí, solo no te dije todo lo que pasaba- cayó en el inútil intento de buscar las diferencias de conceptos, así que mentir solo se limita a disfrazar la realidad y la omisión de esta no cuenta como mentira. En ese caso toda su vida había sido una omisión, por ejemplo aquellas discusiones con su madre, que cuando se topaban con una pregunta como quien era su padre, siempre imperaba el silencio. Lo cual siempre le pareció una mentira, pero ahora su mundo había volteado, escupiéndole en la cara toda la gama de posibilidades que puede llegar a tener el raciocinio humano, así de a poco dio con la idea del silencio circunstanciado (todo se reduce a las circunstancias y no al hecho).

-¿Me entiendes?- dijo mientras le acariciaba el rostro

-NO- le respondió en un tono seco, sin posibilidad de ser rebatido. Se dio media vuelta y se fue caminando. Mientras yo trataba de terminar su frase, agregando explicaciones, pero sin un cuerpo y ni una voz, poco y nada podía hacer. Yo ahora podía ver lo que ambos pensaban, ya que había de un momento a otro la posición omnisciente y omnipresente había recaído en mí, ahora era quizás un Dios en la limitaciones de este texto, pero como Dios soy bastante inútil.

Ella quería cambiar la situación, pero ambos sabíamos que si volvía abrir esa boca, solo sería para dejar su aliento a muerta, que le provocaba la culpa. Lo que proseguiría a este acto sería el desprecio femenino, que es otra “mentira” donde se haría la victima de la situación y así manejaría la situación posteriormente, quizás caería en el tipo comentario “yo debería ser la enojada”.

Aunque este par poco me importa, ya no me era relevante, con todo el poder que ahora yacía en mi espectral presencia, podría hacer lo que se me diera la regalada gana. Sé que soy una gestación racional de un ser racional, soy algo increíblemente conciente de lo que soy y que soy. Yo no tengo sus problemas existenciales, porque vivo como la voz que pronuncian, para poder comprender al protagonista (que finalmente fue quien me creó), lo hizo con el propósito de que ya nadie hablara de él en los próximos párrafos, así podría disfrutar la escasa paz que vivimos en estos textos.

Puesto les explicare que el autor sigue con sus historias de término, porque el pobre pelotudo cada vez que lo patean, es un golpe directo y seco en las hueas, pero ojalá solo fueran las físicas, pero los cojones más afectados son los de su alma, que se reducen a la nada misma. Luego pasamos por necrosis cardiaca, donde su pobre motor, se ve obligado a pedir una refinación que logra bebiendo mucha leche o tequila, depende mucho de con quien este y el presupuesto que disponga. Vamos son 12 litros de leche por el preció de un tequila, entonces podrán destrozar al autor, pero siempre será un avaro, frió, calculador y cruel personaje, que se evade escribiendo de su pasado con el fin de quemar sus recuerdos.

Ustedes creyeron que solo era una vocecita sin mucho que decir, pero como les demostré tengo grande y fabulosos poderes, pero en definitiva a quien le interesa el autor o el protagonista, ahora el importante soy yo, por eso me dedicaré a destrozar el sentido de este texto, con alguna conversación infructuosa del mundo.

Está esta muy buena.

Muy lejos en otro rincón de Santiago, bajo la luz tenue de un bar de mala muerte, mientras se escuchaba un tema de Pink Floid de fondo, nace un comentario inteligente.

-Dios no juega a los dados- dijo mientras tiraba el humo del cigarro sobre su amigo

-Einstein- el otro respondió mientras abanicaba el humo

-Eso es relativo-

-¿Qué cosa? Pero si lo dijo Einstein, Dios no juega a los dados, porque no puedes haber un sistema azaroso de posibilidades que se conjuguen y nos den el orden universal-

-Pero es relativo, porque te puedes referir con Einstein a la calle o al físico- y sonrio maliciosamente

-Chistocito- se llevo el vaso de cerveza a la boca

-Creó que no entendiste la sutileza del chiste-

-¿Sutileza? Es fome y listo-

-Es relativo-

-¿Y ahora de qué?-

-Dé si me das un beso-

-¿Qué hueón? ¿Qué te pasó?- dijo desconcertado

-Te asustaste-

-Maraco-

-Puto-

Después de los insultos, quizás por el alcohol, pero este par de amigos, trastocaron su sexualidad (quizás los griegos comenzaron así), expresión clara de el libertinaje provocado con la post-modernidad de estos días, tal vez Warhol también curaba a sus amigos para afilárselos.

Maldita libertad, aún ella condenada a mi naturaleza de narrador, apesto e igual que uds. que finalmente están condenados a una constante incertidumbre, que no tiene nada que darte aparte de ignorancia. Yo por lo menos me puedo ir sabiendo y comprendiendo el sentido de todo la extensión de mi existencia, que se acaba acá.

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Weno texto frekesimo, pero que mas da sigo en mi pega nocturna. Si se han preguntado por que les pincho el fono, bueno la explicación obvia es que estoy aburrido... no se pasen rollos y si quiren devuelvan la llamada.

Pronto se viene la casa de valpo.

Para mas, me encontre con la pekeña gigante en el centro, fue como chuaaaaaaaaaaaaa la media muñeca.

emm
tengo tuto y esta noche los que me haran compañia en la pega será alatazor y vlad

weno
ya no doy mas jugo
adiosh