Tiempos

Sabían que el metro se fisura a otros mundo el día del cambio de horario, se que parece extraño, pero a las 12, mejor dicho a las 11pm, se crea un caos en túneles, se forman grietas con otros tiempos, por ellos cruzas a otra infinidad de posibilidades locas. Se que suena a disparate, pero es cierto, no hay otra explicación que me haya encontrado con mi yo infante y mi yo muerto.Eran las 10pm, ya finalizaban los viajes, hábilmente y como tenia planificado me quede escondido de bajo de una escalera y me quede ahí hasta que dio la hora, en ese momento justo cuando atrase la hora apareció un metro, no traía conductor ni pasajeros, se abrió una puerta, en el tercer vagón y yo decidí subir (debo admitir que termine orinándome por el miedo), me senté donde estuviera mas cómodo y espere que el tren se pusiera en marcha. Al interior del túnel decidí ver hacia los vagones paralelos en uno viajaba una mujer anciana con un niño pequeño, en el otro solo habían rosas en el piso. Las imágenes que por cierto muy lúgubres no generaban gran miedo, solo curiosidad. Note que los carteles publicitarios estaban reemplazados por frases de mis poetas favoritos, aunque no podía retenerlas en mi cabeza, se deslizaban de mi mente como el agua de un rió, otra cosa que me llamaba la atención era el silencio casi perturbador, no se escuchaba ese molesto sonido característico del metro. De pronto las luces se apagaron y cuando volvieron, me encontraba en la estación terminal cercana a mi casa, el vagón era distinto y llevaba poca gente, mire un escolar que iba durmiendo sobre su brazo, me acerque y le observe bien, no había duda era yo, tenia recién 12 años, no tenia ni un pelo en la barbilla, tampoco ojeras ni el cansancio de los libros encima, aun puro he inocente, sentí alivio al saber que yo era su sombra, le toque el hombro para despertarlo, se levanto de un salto (algo desconcertado) me miro pero no logro reconocerme, bajo corriendo y se perdió en la multitud. Pensé que a lo mejor habría sido sano renunciar a mis problema actuales y quedarme en ese dulce pasado, pero mi curiosidad me negó llevar a cabo mi absurdo plan, entonces volví a sentarme, al cerrarse las puertas empezó hacer frío y mi reloj marcaba las 6 AM, era lógico que el frío bajara a esa hora, entonces me acurruque y trate de dormitar un rato para descansar, porque quien me iba decir que las extrañas predicciones de un loco en la calle me traerían a este punto. Cuando desperté el vagón estaba en un charco de barro a medio hundir, salí por una ventana y estaba en un parque y solo había un hombre sentado en el pasto, parecía esperarme, le sonreí y el se puso eufórico, me abrazo y me dije que feliz estoy, pero había algo diferente en ese anciano, era obvio no tenia mi lunar en la mejilla derecha, no era yo, ¿entonces quien?, me entrego una carta y me dijo hermano, entonces entendí que era mi hermano menor, tome la carta y me despedí de el, el se fue caminando a un mar árboles que estaba al final del prado verde. Al abrir la carta lo primero que decía "corre a tu derecha o te quedas acá" y salí corriendo y llegue a una plataforma con una silla, me senté y aparecí en el vagón del metro, y había una linterna alumbrando mi cara, tape la luz y era un guardia que me estaba echando del metro. Como un tópico común imagine que todo había sido un sueño, pero el mismo guardia me devolvió un papel que estaba en el piso, me custodio hasta la salida, era tarde y me quedaba por caminar. Me fui leyendo la carta, que en vez de decir cosas útiles como los números del loto, solo unos consejos para vivir mejor, estaba firmado por mi, entonces entendí que ese trozo de papel era el logro máximo que tenia, aunque la frase final no era mía, "Me supera, por eso te dejare abrazarme".Esto paso hace algunos años, y tan solo hace 11 meses que pude entender a plenitud mis ultimas palabras, porque no necesito mas que una cosa para lograr de ser el mejor hombre que mis fuerzas me permitan, lo que me falta es lo que esta dentro del alma de la persona amada, que es la otra pieza del rompe cabezas, ahora esta en que esas dos personas se dediquen a encajar todo lo mejor posible. Por lo menos hay tiempo y siempre lo habrá.

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Texto viejo, últimamente me ha costado escribir, estado como trancado.

Ni tiempos, ni pasados, ni futuros, ni presentes, me consuelan, hoy tengo pena y algo me aqueja en donde soy más hombre.

Pero si no duele no sirve, uno no se levanta, ni puede continuar, si realmente las cosas fueran asi de faciles, porque carecerian de valor.

Hasta pronto

Se despide la melancolia de Felipe Burgos