Monday, March 12, 2007

Verdugos de espiritu

-¿Sabes lo que veo cuando te estoy mirando?- guarde silencio y baje lentamente mi manzana de Adán, como esperando digerir lo que se venía- Un tarro vació, no eres nada y nunca será nadie, no tiene ningún sentimiento bueno ni malo, simplemente eres nada. Me arrepiento de haber parido un hijo como tú, simplemente no eres nada, no se quieres que escuche si de ti no hay nada, creedme te vi crecer y naciste siendo nada y morirás siendo nada-

Sus ojos se habían irritado, un breve llanto trataba de pronunciarse. Levanté la mirada distante, tratando de reconocer un rastro de maternidad en ese rostro, que ahora solo podía reconocer un verdugo, que con su lengua lacerante me cortaba lo que me quedaba de corazón.

-¿Terminaste?- calmé mi respiración – Si es todo, me toca hablar a mí, Olga me escucharas bien. Se supone que eres mi madre, pero reflejas en mí todos tus problemas, me culpas que mi matrimonio no funcionará, pero te recuerdo que no estoy ni pololiando, tengo solo veinte años. Sí me vas a culpar que tus relaciones no funcionaron dímelo así y no lo disfraces como un augurio, porque no volverás con nadie aunque aciertes. También te fascina decirme que soy malo o simplemente egoísta, pero si lo fuera no me molestaría hablar contigo, quiero una madre no una hermana, siempre me acusas con tu abuela. Entendedlo es mi bis abuela… ella… se esta muriendo y no me debe criar. Sino tú.- Me crucé de piernas y espere una respuesta, pasaron algunos minutos sin que se escuchara algo, podía ver en sus ojos que había dado con algo, al fin había derribado algo de su testarudez

Sin que me diera cuenta comencé a ver como sufría, su llanto reventó entre un grita de rabia y un gesto de impotencia, se levantó y se tiró contra mí, poco pudo hacer mi fuerza había crecido con los años y ya no podía temer a esos ojos desorbitados. Aunque de morboso deje que me pegara, cuando se detuvo, le sonreí y le dije eso es todo.

Cayó de rodillas llorando y balbuceando, al fin podría ser libre, levanté su cara y le dije “al fin sientes mi dolor y impotencia”, saqué la pistola que tenía guardad en mi espalda, le metí en el cañón el boca, “hasta acá me trajiste mamá” le dije.

Sus ojos estaban aterrorizados, su pupila era pequeña casi podía oler su miedos, su transpiración fría y su deseo de perdón.

Bajé el arma y de a poco el escenario iba cambiando, se iba poniendo un poco más calido, como si todo el rencor de años fuera asesinado, sin necesidad de una palabra.

Así que ya debía acabar, caminé hacia la puerta de la casa, me despedí con una sonrisa, levanté muy despacio el revolver y acaricie el gatillo, disfrute hasta el último instante.

Lo jalé con fuerza, mientras el olor de la pólvora quedaba como mi último recuerdo, caía satisfecho, siempre me destrozaron mi voluntad, ahora yo les devolvía la mano, demostrándole que nunca fueron lo suficiente como para atarme a esta vida.



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Bueno cuento desquiciado

aunque muestra casi todo mi morbo, debo admitir que no disfrute escribiendolo como otros



adiosh


8 comments:

vii said...

omg!

desquiciada-mente macabro y turbio el cuentito pos lleno de rabias reprimidas q se acumulan en el tiempo y q explotan de repente. Pero me gustó... sobre todo el final.

Anonymous said...

el amargo y acído sabor de un mundo desquiciado y grotesco...donde el odio se mueve en los círculos más íntimos...
welly well!

ToRReJa said...

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=O
Rencor, nunca he llagado a sentir tanto rencor hacia una persona, solo súbitos deseos de matar a veces, pero se pasan tan rápido como llegan xD

En fin, me gustó, pero como siempre, los problema de ortografía

Saludos ^^

Anonymous said...

Nha! se lo tenía bien merecido,
me gusto mucho el cuento ... ¿xq ser considerado con alguien q no tiene ninguna consideración con uno? ... ella lo hizo vivir siempre atado, atormentado, pero ahora q ya había crecido se atrevio a responderle con la misma moneda y me parece excelente ... muy justo ... sobre todo el final =P

Anonymous said...

¿Quién no ha deseado que su mamá se muera? ¿Quién no ha mascullado entre dientes "ojalá te mueras", y depués en la noche ha pedido perdón a Dios?
Ese fue mi pecado infantil.
Ahora veo que yo no era un monstruo malvado, sino que una niña normal.
Gracias Felipe

~Anna White said...

uno se siente asi a veces
asi...con morbo, reconoroso, con ganas de matar todo
solo asi.

me gustó mucho, pero tampoco satisface mi morbo

vanina said...

... NO PUEDO LEER ESTO ESCUCHANDO A KATRINA & THE WAVES >___________<

"I'm walkin' on sunshine, uooohh ohhh"

frodita said...

vine a pedir disculpas, es totalmente imposible que lo lea, me da lata (tengo que reconocerlo) y tengo la cabeza en otro lado o.o

aparte encuentro horrible que Torreja te comente y a mi no, que se muera xD