Se levantó gritando, corrió por el pasillo, llegó a la ventana, dio un alarido que ensordeció a quien pasara por frente de su casa, se rasguñó la cara, callo al suelo suspirando, lamentándose y odiándose, golpeó al suelo con todas sus fuerzas, miró al frente y ahí, en su gloria, en su majestuosa presencia un pequeño ser alado que lo invitaba a volar.
-Ya no caeré en tú juego- le respondió
-No es un juego, es la verdad-
-Pero…-
-Tus hijos me tenían fe, ¿por qué tú no me la tienes?-
-¡¡¡¡EESTÁN MUERTOS!!!!-
-Solo por tu envidia- le dijo en tono severo. Aquel ser alado, de ojos grandes sin expresión, parecía observar el interior de su alma, saber que le estaba atormentado y sabía también que en cualquier momento se iba a quebrar en mil pedazos.
- ¡¡NO!! ¡¡MENTIRA!! ¡¡MENTIRA!!- ya descontrolado se arrancó el cabello, cuando comenzó a sangrar y vio algo distinto en ese ser (tan irónico), descubrió que de su pequeña boca humana, dejo salir un sonido de asco, entonces corrió hacia él, pero lo evadió burlescamente en su vuelo. Entró a la habitación de sus hijos y con sus manos abrió sus entrañas, saco un poco de sangre y la guardo en su boca, volvió al pasillo, escupió con todas sus fuerzas para darle, pero cuando le llegó una gota, ese ser ni se inmuto, su semblante siempre sereno, sin expresión lo enloquecía, lo dejaba fuera de si completamente. Finalmente acepto la invitación de ese ser, se paró en el marco de la ventana del departamento, en el décimo piso, le pidió que se acercara, cuando estuvo cerca, lo agarro del pie y se tiro al vació, cuando recobro la conciencia, se dio cuenta que en la mano solo tenía un muñeco, un pequeño ángel de navidad, entro en pánico y quedo quieto sintiendo como el viento abrazaba su cuerpo lentamente, no sentía culpa, ni odio, ni nada, estaba completo.
Cuando sintió que el suelo destrozaba sus huesos y se reventaba como un lápiz, sólo miro al ser destrozado en su mano, sonrió mientras lo apretaba y se desvanecía en su mirada.
Texto hiper viejo, aunque trate de editarlo, puesto el original esta aun más incomprensible.
Se va acabndo septiembre eso significa que se me van acando los 21, no me agradahacerme viejo, seguramente tampoco me agradara morir, pero son eventos inevitables.
dejando el dato, si me quieren regalar algo me alegraría mucho una billetera...
por cierto la foto no tiene nada que ver, la encontre por ahi y ahi quedo... aparte me recuerda a raziel y si lo ven así quizás algo de relación tiene con el cuentito.
eso pekeños
se despide un año moribundo de Felipe Burgos