Parece que suelo ser un poco más sensible de lo que aparento, por ese motivo se me suelen llenar los ojos de lagrimas, pero en realidad yo creo que mi cabeza es un océano, porque siempre hay puros peces deambulando por ella y algún que otro pescador que se fue al abismo simplemente por no tener cuidado.
Aunque lo que quiero compartir el día de hoy es que estuve leyendo cartas de navidad para el viejo pascuero y hubo una que me marco, no daré la lata de reproducirla entera solo me limitare a las frases que se que nunca olvidare “Por favor viejito, solo te pido ver a mi mamá un minuto, nada más que un minuto… sino se puede, viejito regálame un telescopio porque quiero verla en el cielo”, quizás si tuviera un poder o si me dieran un regalo, me gustaría que todos esos deseos sinceros y potentes se cumplieran. Estoy algo cansado del consumismo y los comerciales de navidad, no me importa que tenga diferentes nombres, pero sí existe una fecha al año que nos inspire noblemente a ser mejores… creo que con eso me doy pagado.
Debo reconocer que de repente me quejo de lleno, pero alguien que se largo este año me dejo el mejor regalo de todos, espero poder hacerme cargo de él como ella lo habría hecho e hizo. Así que espero que el deseo de ese niñito de ver a su mamá se cumpla, aunque sea por un minuto, porque lo que nos hace falta en estos días, es creer… solo creer y que eso nos mueva.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
siempre a fin de año algo nos ocurre, no se que sera si el consumismo llena tanto que la emotividad no se ahoga, flota...
sea navidad o januca, siempre flota y anega los ojos.
Post a Comment