Saturday, July 08, 2006

2x1

Para mi hijo

Otra vez te escribo desde el pasado

Acá de donde aun soy como tú

Donde tú tío no tiene más de 10 años

Y tu tía esta dando recién sus primeros pasos

Vamos no es tan raro

Es un día como cualquier otro

Solo que hoy atentaste aparecer en este mundo

Parecías ser un susto

Más bien eres un deseo reprimido

Un caso perdido mi niño

Sé que la distancia de los días

Meses

Años

Dolor

Te encontrare cuando menos lo espere

Serás muy probablemente el hecho que me haga envejecer

Pero sé que lloraré cuando te tenga en mis brazos

Nos aumentaras la jerarquía a todos

Vamos pequeño no desalientes

No es el momento de ceder

Vienes atormentándome desde viejos amores

Ahora es el momento que te has materializado en mi seno

Donde romperás mi pecho para nacer y crecer

Sí hoy es que recuerdo el futuro

Es porque hoy casi tocaste el silencio

Mío

Negación

-NO SIGAN DISPARANDO- pero mientras sus gritos se perdían en la cola de las balas, el ejército avanzaba, abrazo a su hijo con fuerza, no quiso ni siquiera pronunciar una palabra. Espero pacientemente mientras los disparos, las balas y las botas se acercaban. Sabía que no quedaba tiempo, abrazo tan fuerte a su hijo, que pareció que lo quería ahorcar, a lo mejor si le daba muerte será más sano, No! Se dijo, él tiene una oportunidad, se repetía cuando la puerta calló al piso, la casa ya estaba en ruinas, guardo la respiración, creyó escuchar una palabra de consuelo del soldado, pero seguramente solo fue el silbido de la primera bala que llego, sintió como se alojaba en su vientre, su cuerpo pudo describir la ruta del proyectil de su espalda a su vientre, pero no alcanzo a su hijo, entonces sonrió, cerro los ojos y se tiro contra el niño, asumiendo que los soldados se retirarían sin hacer más indagaciones.

Pero los próximos minutos le enseñarían la animalidad alcanzada por la guerra, volvió a escuchar el silbido de una bala y sintió como el acero se enterraba en sus pulmones, escupió sangre, su hijo se espanto, los llantos del pequeño llamaron a los soldados, escucho risas mientras trataban de sacarlo ha patadas de encima de él, sabía que perdió mucha sangre, pero se negaba a morir, no iba a dejar que nada le pasara su hijo. Se detuvo el sonido, rogó para que todo terminara, pero el milagro se dio, empezó a escuchar como cargaban las armas, sus pupilas se contrajeron, seguramente lo molerían a balazos para llegar al niño, sabía que su obstinación tenía un límite, no podría superar la cantidad de balas que le iban a meter el cuerpo, con dolor tomo el último suspiro, pidió perdón, rogó para que alguien lo salvara, en cuanto la primera ráfaga de la metralleta se interno en su cuerpo, sintió que todo estaba perdido, pero su cuerpo resistió, retuvo todos los proyectiles en el, lo sabía porque el niño seguía llorando y eso era lo único que podía oír, el dolor ya había desaparecido, sabía que no debía mirarse, porque el espanto lo mataría, sabía que debía aguantar unos minutos más, algo dentro de sí le decía que algo lo iba a salvar, empezó a sentir la segunda ráfaga de balas internándose, el dolor volvió tornándose insoportable, pero se sentía bien, lograba darle tiempo a la esperanza, en ese momento, vio como el cañón de un tanque se asomaba frente a él, logro descansar y ya no vio más.

Los soldados huyeron despavoridos, el piloto del tanque recogió al niño debajo de las hilachas de carne, que parecía ser un hombre.

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Hoy van dos cuentos viejos, que encontre entre los discos de respaldo y si uno logro romperme un poco el alma, no se que espera el futuro de mi, pero yo de el ya no espero nada, por eso solo vivo este momento

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