Monday, August 20, 2007

El arquitecto viajero

Hace tiempo que lleva recorriendo el mundo, visitando templos como fortalezas.

Aún recuerdo cuando volvió de su primer viaje, me comentaba que dio con una muralla que palpitaba y transpiraba frió; otro de sus viajes lo llevo a una monumental ciudad que recorrió por primera vez, sentía como si la hubieran construido para él, cada pisada perdía su silencio y tornaba de colores para un cielo olvidado. En otros tiempos recorrió templos de mármol, pulcros y vírgenes, con una decoración bellísima, sin decir más se perdía en el gimoteó de la emoción de haberlo encontrado, sabía que tenía defectos, que nada era precisamente como lo esperaba, pero a pesar de eso amó y sufrió la perdida de una construcción que no era suya.

Después de eso no quiso más construcciones impresionantes, solo quería la libertad del campo o las montañas, quizás un deseo perdido en el mar. Pero créanme que recorrió desiertos calidos como gélidos, abrazo las brasas de los infiernos y se regocijo en la falda de los cielos, pero aún así no encontraba lo que quería, entonces dentro de su egoísmo creó su propia fortaleza, oscura e imponente, su torre más alta rasgaba los cielos y su base aplastaba los infiernos, a su interior él.

Sin una luz que lo molestara ni que lo llenará de algún placebo; permanecía acumulando su dolor y perdida.

Multitudes le gritaron que saliera, pero las murallas eran tan densas que ni un eco dejaba que la atravesarán. Algunas personas trataron de entrar, pero la espesa oscuridad y la pestilencia las enloquecieron, corrieron espantadas.

Hubo algunas veces que entró una luz (una pequeña esperanza), quizás para que se embarcare pero cada vez que llegaba a la puerta maldecía e injuriaba contra el resto, volvía corriendo a su trono.

Yo pensé que seguiría así durante una vida, pero sin razón aparente comenzó a gritar y hecho abajo toda esa construcción, algunos dicen que fue por fuerza otros por valor, yo sé que fue por algo supravalorico, que ni él mismo entendía, pero lo movía.

Así comenzó avanzar por el mundo, ya más envejecido y a la vez más conforme y feliz. Cuando sus viajes se reanudaron, para no caer en la tentación de ocultarse de la vida, guardo una piedra en forma de mondadientes que fue lo que quedo de su propia fortaleza, así recordando su estupidez no se dejaría llevar el estancamiento (que para todo ser vivo es letal).

Así un día volvió a mi bar, traía consigo cientos de historias nuevas y con los años se había vuelto un mejor narrador; mantenía atento a cuanto vago y ebrio que rondaban, algunos salían queriendo ser mejores otros simplemente querían superar la ficción como él.

Así transcurrieron los años, otra vez, hasta que decidió hacer algo de lo cual no estaba seguro y era volver a una vieja torre, donde lloraba una estrella todas las noches.

En aquella cima que no podía alcanzar, ya que en su momento fue muy joven e imprudente, no sabía como surcar las dificultades de ese camino.

Ahora la edad lo había entrenado para ser más hábil, así que volvió hacia aquella torre, al verla sintió que no había pasado ni un minuto del momento que se vio obligado al dejarla, toco la piedra tallada y aunque a primera vista era igual, su tallado había cambiado. La rodeo, encontró un pequeño agujero que tenía un rostro tallado, al verlo pudo distinguir la expresiones de un traidor, aunque seguramente era una excelente oportunidad para entrar, a él francamente nunca le intereso aprovecharse de la estupidez ajena, así el primer día quiso escalarla, resbaló y tubo que descansar unos días.

Sabía perfectamente que no se rendiría, entonces en su siguiente intento ocupó una masa para tratar de hacerse si propia entrada, pero ni el tallado se modifico.

Unos meses más tarde volvió con una escalera muy alta, tanto que daba con la cima, así subió y subió, la escalera le quedaba nos metros de la punta. Se sentía tan emocionado al final podría entrar aquella esquiva construcción, así que subió al último peldaño y saltó, alcanzó afirmarse con mucho esfuerzo logró asomarse (rogaba que al otro lado hubiera una escalera o algo para bajar porque si no… mejor no pensar en ello).

Cuando al fin pudo mirar adentró había un árbol de hojas negras y al final una tenue luz, las murallas internas estaban cubiertas por un extraño moho, todo olía a una apestosa soledad.

Seriamente pensó entrar, pero se sintió rechazado por un leve lamento que venía del fondo, de la propia estrella. Tuvo el deseo de seguir, aunque optó por la decisión sensata y volvió por su escalera, casi se cae varias veces, pero logró volver al piso y darse por satisfecho, hizo lo que pudo y más allá de eso dejo sus deseos de lado para seguir avanzando.

Se sentía pleno, por lo menos supo que había al interior de la torre, pero antes de irse, sacó de su bolsillo lo que había quedado de su propia fortaleza y lo clavo en la torre, esta se remeció y por la cima salieron volando una infinidad de mariposas negras, vio como la piedra se comía aquel recuerdo.

Suspiró al entender que el árbol estaba secó y que las hojas negras, no eran más que mariposas enamoradas de una estrella.

Prefirió no divagar más, así que volvió caminar sin rumbo. Según lo que me contaron se fue a oriente, en realidad no estoy seguro solo sé que cuando vuelva traerá otras historias y de seguro será un poco más libre de sí mismo.


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Aprovechando la canitdad de sueños raros de la última temporada



sería




adios

Friday, August 10, 2007

Catastro

8359 días vividos y contando

3 pololas

2 hermanos

3 veces me he enamorado

1 esguince

3 celulares

23 rechazos amorosos

0 veces he visto a mi padre

50seg es lo que me demoro en tomar un litro de leche

6 veces he llorado por una mujer

y de aquí en adelante no tengo la menor idea de las cosas que puedan suceder.

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se acaban las vaciones y no hice nada que me propuse

y lo unico importante que dije, sono como un eco en si


adiosh
hasta pronto

Wednesday, August 08, 2007

Cada gota quiere ir al mar


Cada gota, de miles caen, guardan un nombre. A veces correspondido, en otras, simplemente olvido.

Sé que algunas llevan toda una leyenda, que si tienen suerte terminaran en la frente de algún soñador y este cantara cada palabra como si fuera suya. Pero otras mal venturadas simplemente son complejos retóricos y dialécticos que terminaran en un charco de deseos pueriles, avanzado a una alcantarilla, soñando que podían llegar puros al mar y jamás pensaron que de toda la mierda que quedaría en esos pequeños deseos.

Alzó la mirada preguntándome si en las nubes todo estaba mejor; aquellos sueños altruistas de un lugar sin vicios, de un origen puro y sensato; luego siento el frió y abrigo mi cuerpo desnudo, flagelado por el eterno verdugo de todos. Ese que te da fuerza, pero te la quita y graba silencios como alegrías, cuando te toca marca su paso con arrugas.

Sé donde iré a terminar, tengo el gusto amargo de viejas experiencias, a pesar que de lo desagradable que fue algunas cosas, no negare que llena de alegría saber que las viví.

Porqué quizás la única forma de apreciar lo bueno, es saber que en su reverso hay algo que malo, pero nada es bueno o malo, todo es necesario es una biunidad explicada desde oriente y masificada por nuestros deseos de lograr ser felices, por nosotros al llorar tantas lagrimas como lluvia del mundo, deseando que cada una de ellas tenga el placer de unirse al mar… para que la compañía de todos sea como la soledad de la especie.



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texto medio weboncito, he de reconocer, algo mamon y emo al mismo tiempo



ni idea de verdad, yo vivo muy lejos de todos como para ver bien con lo conceptos de la gente...


pero me agrado sentir la lluvia como un grito desesperado del planeta

"Con la personas que quiero, me siento solo. Solo puedo sentir al mundo pidiendo que cese su soledad"

hasta pronto

Saturday, August 04, 2007

Apnea Prolongada

Se encontró en la cocina preparándose un té de jazmín, que había comprado la semana pasada para poder relajarse. Mientras el aroma lo embriagaba miraba el reloj de la pared, contaba mentalmente los pasos del segundero, que a cada sesenta pasos alcanzaba un minuto y a cada tres mil seiscientos pasos la hora.

Sopló el té, se pregunto cuantas horas había recorrido, que si el se dirigía al día, su sentido era aquel caminar tanto físicamente como moralmente, para llegar algún lugar en concreto. Sabía que bajo su visión existencialista, su fin era claro y evidente, su muerte (aunque aterradora la idea, en la práctica pensó que era algo placentero).

Aunque su pregunta era más profunda y detallada, cual es el objetivo de este deambular, de este constante e incesante sonar. De esta desesperación que a pesar que del cansancio lo consume a las tres con cincuenta y nueve minutos, no logra cerrar un ojo.

El té comenzaba hacer efectos, pero seguía mirando el reloj, mirando el segundero; cabe precisar en este momento que nadie valora los segundos, que lo único importante son las horas y minutos (nadie pregunta por los segundos, porque son tantos y tan pasajeros); la aguja se movía constante y con una fuerza increíble, que al terminar esa vuelta cayó con la hora y el alba prematura.

Se sintió más cansado que nunca y absolutamente vació, que sirvió estar tantos años buscando la verdad y encontrando falacias pertinentes, si la respuesta sigue siendo la misma que cuando tenía doce años y la misma que encontró a los treinta y seis, es la que se dice entre dientes ahora pisando la cuarta década.

Cuando abrió la cortina de su ventana, para ver como el sol se elevaba pomposo y orgulloso, se llevo una de las sorpresas más comunes he intrigante de su vida, ya que no era sol ni la luna y mucho menos un astro juguetón, sino simplemente un foco de un auto. Al ver cuando el se asomó le hicieron un cambio de luces, saludo tímidamente y cerró la cortina nuevamente.

Camino por el pasillo donde estaban todas sus fotografías, siete mujeres, siete hombres y el encerrado en el séptimo circulo, ya que su obsesión asesino cada amistad o amor, lo que le va quedando a esta altura de la vida, es tan solo ser el jefe de una empresa y tener subordinados (que prestan algo similar al amor o compañía, pero es su seguridad laboral).

Sabía que sus tres hijos, no lo querían ver más y sus lazos de sangre se han vuelto ríos turbulentos, cada cual trata de huir de su propia maldad.

El primero se volvió policía, para poder utilizar la fuerza a su favor, así encubrir su endemoniada naturaleza violenta; el segundo aún muy pequeño para demostrar su naturaleza, pero sabe que injuria con la poca gente que ama (quien lo culpa, su defensa contra la soledad); la tercera aun es un bebe, pero viene bajo el signo de la “usurera”, ya que su madre con un mínimo de conciente ha tratado de robarle todo lo que puede, bajo la dignidad y seguridad de la pequeña.

Él mismo, se siente encerrado dentro de la circunferencia de una vida que comete siempre el mismo error. Así huye y avanza ciego sobre un campo pedregoso, que parece una escalera caracol en descenso, de nueve pisos al centro (centro de qué), los cuestionamientos no son importantes ya.

Hoy es domingo, esta divido en ocho ciclos, pero el sabe que si realmente logra hacer un cambio será en el noveno y esta vez tendrá que tener más agilidad, ser más conciente y dejar de amar por egoísmo, ya que el temor de llegar a un infierno peor que el que tiene en vida, no le permite dormir hace años.



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Holas!



hace un par de semanas que no ponía anda nuevo, en fin al fin salió, una idea media trastornada, pero el cuento esta dedicada a una de las personas mas crueles y enfermizas que conosco... parte de lo que sucede en el texto es como creo que deberia sentirse.


Tambien trae aluciones a una gran novela... es como explicito y espero que la capten...
Weno, cuento que tengo flog otra vez y estoy de vacas, pero mas estresado que en clases...


seria
gracias por darte la molestia de leerme

"El de la Luna. Beatriz explica la causa de las manchas de la Luna."
-- Así uno aprende a encontrar el aleph --